miércoles, 19 de diciembre de 2012

vagabundear

Ando ganas de vagar por mi mente, sólo al ritmo de la música que escapa de los parlantes. Esa música que eleva el cuerpo etéreo del suelo, que vuela por entre las notas musicales encadenadas al pentagrama. 
Muse, banda gigante. Y vaya si inspira. 

Ando ganas de crear, de inventar, de imaginar. Ando no ganas de manualidades. Más bien prefiero las mentalidades. De las primeras, sólo agrupan bajo el vocablo 'coso'. Tan preciso como exquisito. 

Ando ganas de reír, sonreír, mirar, contemplar. Ando no ganas de las vueltas vuelteras de los chismes no guardados. No me importan. Molestan. Interfieren los parlantes de mi música. Y el ruido ensordece. Y el ruido enceguece. 

Ando ganas de bailar, cantar, gritar, soltarme el pelo. Y así salir a pasear por las calles de una ciudad perdida, de calles de piedra, con charcos de agua producto de la lluvia (sólo porque me gusta la palabra charcos), con faroles de antes con luces amarillas, que no encandilan, pero iluminan. Ciudad con bares llamados cantinas, con mesas y cubiertos con identidad, de esos que son de la abuela (que casa más grande tenía la abuela, para atesorar tantas pertenencias). De bares de gente con bombín, anteojos y algún vicio.

Ando ganas de encontrar (me/te), de buscar, sin parar, de sincronizar. Que los caminos se cruzan pero las personas no. Que si todos los caminos condujeran a Roma, entonces qué estamos haciendo en otras ciudades. Que lo lindo del presente es que no se casó con el ayer ni con el mañana. Que de eso se trata el disfrutar. Es simple, lo prometo.

Ando ganas de fluir, sentir, creer, probar. Ando no ganas de ataduras ni ligamentos. Que libre venimos y libre nos vamos. Porque de la libertad del aire libre se respira mejor. 

Ando ganas de compañía bonita, de la que acaricia, transmite, transmuta, enciende. 

Ando ganas de mí cuando paseo, todo el día. Y con los ojos abiertos.

domingo, 2 de diciembre de 2012

cobarde, tú

De los días con sombras inquietas que, celosas, deciden prejuzgar traspasando la frontera. 

Días agitados que trascienden lazos sanguíneos. Si uno decidió ser feliz en esta vida ¿por qué los demases perturban esa osadía?

Miro alrededor, con ojos cerrados, y siento, tangible, esa energía que brilla, que ríe, que contagia, que inspira. Iluminada yo, al reparo de las alas de la sabiduría (entendiendo sabiduría como un camino eterno, no como un fin en sí mismo).

Abro los ojos. Desespero. Escucho taladros machacando el pensamiento iridiscente. Personas que uno imagina de la mano te alejan trasladándote a vos esa cobardía. No, hoy no. Mañana tampoco. Quizás sea momento de que lo entiendas. Quizás sea momento de que me vaya de tu cotidianeidad presente. 

Trascender, sin miedo a nadie. Elevar el ego en nuestro interior, pero en silencio, para no asustar al resto. También para no dar motivos al resto. El camino iniciado está, ya no a lo lejos, ya no en el horizonte que tiñen al unísono el cielo y el océano. Está acá, en la baldosa sobre la que estamos parados, esperando la señal de largada, para ya no mirar hacia atrás. 



jueves, 1 de noviembre de 2012

Decidir, para ser feliz


Para saber en qué camino uno quiere trascender, supongo que es necesario caminar por uno y otro, por muchos, variados, hasta encontrar el que mejor nos sienta. Así uno puede decidir qué rumbo tomar, sin conformarnos con el que nos fue impuesto por nuestros educadores.

Así, en este momento, me encuentro absolutamente cómoda y feliz en el camino que he encontrado. Ojo, este camino no apareció por obra de magia. No. Tampoco lo busqué conscientemente, pero sí por instinto y motivación. Esta búsqueda no ha concluido aún, pero ya estoy adentrada en la magia que me rodea y profundizar su sendero va a ser cosa sencilla.
La conclusión de esta etapa es que la felicidad es un estado puro y exclusivo de la mente. Una mente fuerte, consciente, activa, positiva, puede, en cualquier situación, encontrar un espacio para sonreír. Una mente débil, aturdida, voleada, perdida, se queja hasta del marido que riega las plantas porque ensucia.

Es impresionante la capacidad que tiene el ser humano para ver el vaso medio vacío. Siempre. Lo negativo cae por su propio peso de cada situación cotidiana vivida y la amargura, se apodera del cuerpo, de la mente y del alma. Si tan sólo reservaran ese desgaste de energía que implica criticar (al peatón que cruzó mal la calle, al ciclista que se metió por donde no debía, al delivery que te mandó una pizza fría, al operador que te dejó esperando in eternum, a la luz que se cortó [¿?]), enojarse e insultar, en respirar profundo un momento, reflexionar que nada grave ha pasado y continuar sus días, las caras deambularían con más sonrisas.

Ojo, el trabajo mental que requiere apaciguar la mente ante las contingencias de la vida es más difícil que dejarse llevar por una puteada o un golpazo de puerta. ¡Claro que es mucho más arduo! Pero es más reconfortante también. Y cuando uno encuentra una zona de confort superior a la media alguna vez experimentada, entonces se da cuenta de la simpleza que significa continuar en ella y no dejarse vencer por las eventualidades de la vida. Y decide perpetuarse en ella.


lunes, 6 de agosto de 2012

Linda música

Que la vida es más linda con música, es indiscutible. Cualquier actividad que hagas, SIEMPRE, es más placentera con música. Lo que sea: limpiar la casa, cocinar, redactar una demanda, practicar yoga, correr, escalar, manejar, bañarte, cambiarte para salir, previar con tus amigos. ¿O no?

Sin embargo, tarea ardua es decidir qué música escuchar en cada momento. Claramente, uno puede apreciar fácilmente que para yoga no vamos a escuchar la misma música que para previar un viernes por la noche. Pero para manejar por ejemplo, ¿qué escuchamos? O cuando salimos a la mañana para el laburo, ya sea en el ipod o estéreo del auto, ¿qué música ponemos? Las opciones son demasiadas:

Personalmente, yo tengo un humor bastante particular en las mañanas. No un humor de mierda como afirmaría mi madre, sino particular, ya que no disfruto mucho de intercambiar opiniones a primera hora del día. Mucho menos si el intercambio de opiniones refiere a si voy a desayunar cuando está la pava hirviendo, yo echándole café instantáneo a una taza en la mesada de la cocina y las tostadas en la tostadora. No. boludeces no. Ergo, considero que lo único que debe suplantar el silencio en las mañanas, es la música. Por ello, elijo cuidadosamente la que mejor se adapta a cada estado de ánimo. 

Si el día está nublado o especialmente con lluvia, lo más probable es que escuche rock internacional, del bueno. Ese de Pearl Jam, Nirvana, Snow Patrol, Incubus, Pink Floyd. Letras pesadas, instrumentales eternos y perfectos y una melancolía que acompaña al día como una medialuna a un café. Compañía perfecta. Es una de las mejores maneras que encuentro para arrancar un día. 

Hay días que me levanto con las pilas extrañamente sobrecargadas, llena de energía y dinamismo. Para esos días me tiro más por el rock nacional (entiéndase por nacional, hispano hablante), del más nuevo y actual que comprende bandas como Catupecu, Las Pastillas, NTVG, Iván Noble, Fabiana Cantilo, El Bordo, Maná, Calle 13, Jarabe de Palo. Que va desde letras con contenido heavy, hasta otras que tienen más que ver con el pop que con el rock popularmente dicho.

Si a esos días le agrego, además, ese estado insólitamente esperanzador, que roza lo utópico de creer que todo es posible y que la felicidad está a la vuelta de la esquina, desbarranco con melódico en español. Canciones de turno que probablemente nunca admita ante terceros escuchar, pero que por repetición y error termino aprendiéndome de memoria y cantando a gritos en el auto. Bueno, está bien, gritando y aullando, no cantando. (Siempre imagino que los conductores o peatones que me ven deben concluir que estoy para el manicomio, porque le pongo sentimiento a la actuación, eh!).

Hay días que una pseudomelancolía me sorprende la noche anterior. Noches de inspiración, bohemias, de vicios y proyecciones personales que terminan en la nostalgia. Sin embargo, el humor mejora tras una sana noche de sueño y descanso. Muy probablemente esa mañana dé un recital camino al trabajo, pero esta vez pura y exclusivamente de Roxette. ¿A quién no le levanta el ánimo ese memorable "how do you do?, do you do?, the things that you do, no one i know could ever give up on you .. ♪"? Naaa. Es mortal. Sobre todo, si la imaginación te permite viajar por entre las montañas nevadas rumbo a ese lugar en el mundo. Un golazo arrancar el día así. 

También hay días que el placer está en escuchar rock nacional. Del clásico, del viejo, del eterno e inmortal. Charly, Las Pelotas, el Indio Solari, Los Redondos y algunos temas monumentales que entran sueltos ocupando algún lugar de privilegio como Seminare, 11 y 6, Sin tu amor, Media Verónica, etcétera. Qué orgullo y placer, contar con tan terrible música en nuestro patrimonio cultural.

Tampoco puede faltar en mi repertorio matutino el reggae. Qué pedazo de género tan intenso. Involucrando letras de protesta o folk hasta el amor más puro, simple y romántico. Las letras más románticas las he escuchado del reggae y no de Axel, Cristian Castro o Luis Miguel. El amor verdadero aparece en el reggae. Un claro (y el mejor en lo personal) exponente es Cultura Profética. Una tremenda banda costarricense liderada por su cantante Willy, portador de la voz más dulce que he escuchado en mi vida. Tuve la oportunidad de verlos en vivo, un lujo. Exquisito. También elijo en este género a Dread Mar i, Los Cafres, Nonpalidece, Bob Marley. Todas (salvo la última) bandas que, afortunadamente, he visto en vivo y no tienen desperdicio alguno.

Por último, me queda incluir en mi lista de géneros preferidos a los cantautores. Por lo general, me refiero a aquellos de letras pesadas, oscuras, sentidas, melancólicas y tristes que, si no estás adecuadamente centrado en vos mismo, podrían llevarte a hacer desastres con un tramontina. Para mí, son poetas. Entre ellos: Joaquín Sabina, Alejandro Sanz, Enrique Bunbury. Autores de una sensibilidad deliciosa, creadores de historias narradas en lo que dura una taza de té. 

En fin, entre ellos y con ellos, viajo a lo largo de las mañanas y días. Degustando una realidad paralela, de paz y tranquilidad, para intentar comenzar con armonía el día. Y con una sonrisa, el mejor maquillaje.

lunes, 11 de junio de 2012

la caja mágica

Estamos a minutos de que empiece una nueva temporada de showmatch. Suceso que paraliza a todo un país. Escalofriante derroche de pseudoglamour. Alarmante despilfarro de escándalos, lágrimas y lástima. 

En la vereda de enfrente, desesperados, municiones de orgasmos por doquier. Sexo berreta, sin guión, sentido ni sutileza. Todo vale cuando hablamos de rating y dinero.

El tema de hacer pasar el bailando por un programa glamoroso es otro. Te tiro algunos nombres: Ayelén Barreiro, Marcela Villagra, Cristian U, Maggie Bravi, Jenny de cuestión de peso, Verónica Perdomo, Micaela Breque, Andrea Rincón y Ana Sans .. por dios decíme que conocés a alguno de todos éstos?!?!! .. Después hay unos gatos famosos por ser gatos: Flopy Tesouro y Ayelén Paleo por ejemplo .. Algunas modelos al dope  que seguramente se sienten insatisfechas en algunos aspectos de sus vidas: María Vázquez, Liz Solaris, Paula Chávez .. la infaltable Hija De, en este caso Charlotte Caniggia que no tiene ni la más puta idea de qué está haciendo en el certámen, pero mientras le traigan el catering de españa, el té de Inglaterra y los zapatos de Italia ella está contenta. Ahora, cuidenla muchachos porque esta chica en su vida movió un dedo y ahora de pronto ensaya todos los días .. en cualquier momento se lesiona y pierden una estrella. Y me faltó nombrar algunos dinosaurios que no saben cómo puta llegar a fin de mes y con el sueldo de Tinelli hasta quizás tengan un extra para hacerse algún viajecito (a Mar del Tuyú obvio, porque del país no pueden salir): Beto César, Grecia Colmenares y un boxeador. Florencia Peña es otro tema. La pobre se alió al gobierno nefasto de este país y ahora no sabe cómo carajo recuperar el apoyo popular. Loca, no tuviste en cuenta que no todos somos panqueques ni nos vendemos tan fácilmente. Vos tomaste un partido, el pueblo también.

La tele está más bizarra y ordinaria que nunca. Lo único que importa es llenarse los bolsillos (al dope, porque no se pueden comprar dólares ni salir del país sin pedir permiso a la afip). De todas maneras tener llena la caja fuerte nunca viene mal. Mientras la caja mágica está más vacía que nunca.

punto final


Son historias verdaderas que superan la ficción. Increíbles por donde se las mire. Extraordinarias. Sorprendentes. Anestesiantes de la realidad. Con vericuetos tanto fantásticos como horrorosos. Inexplicables. Indignantes. ¿Habrá sido una decisión impulsiva? ¿Dónde descansa la magia de cada mirada en momentos así? ¿Dónde se esconde el calor de cada alma? ¿Dónde buscamos el por qué?

La vida fluctúa entre el pasado y el futuro tan erróneamente que cuando nos detenemos en el presente a veces lo hacemos con un escalofriante punto final.
Si tan sólo nos ocupáramos un rato de vez en cuando para organizar adecuadamente nuestra escala de valores, nos daríamos cuenta de lo insignificantes que son la mayoría de lo que llamamos “problemas”. ¿De qué sirven la ira, tristeza, el enojo, la melancolía si se malgastan en algo que no vale para nada la pena? ¿Cómo es posible que no podamos dimensionar la situación en la que estamos inmersos? ¿Cómo es posible ahogarse en un vaso de agua?

Esa llamada enmudecedora, ese mensaje atormentador, esa imagen que te paraliza el alma, que queden para la ficción. Que la realidad es más simple. Que la vida merece disfrutarse. Que sonreír no cuesta nada pero vale mucho.

...

A veces tres puntos suspensivos le ponen un hermoso punto final a una historia.

martes, 15 de mayo de 2012

Distancia



Que la muestra de afecto siempre vale la pena y que cuando salen de tu boca palabras ácidas, oídos de acero.

Que no pretendas que tus insultos azarosos desafíen mi inteligencia. Sé callarme la boca. Sé congelar mis sentimientos. No sé dejar de ignorarte.

Pueden caer mil lágrimas por mis mejillas, puedo doblegarme y resistir, pueden entrecortarse mis palabras, pero nunca de mi boca saldrá esa melodías que deseas recibir.

Pero ¡ojo! el veneno que endulza y hiere mis labios no es a mi voluntad.

Me entristece en el alma tanta distancia. Me anuda mi pecho tanta cobardía. Me endurece mi corazón tanta sinrazón. Me desvela por las noches tanto miedo.

¿Cómo dejar atrás tantas ausencias? ¿Cómo sanar mil latidos de carencias? ¿Cómo demoler de mi mente tanto rencor?

Cansada me encuentro hoy de tanta amargura acumulada. Mis oídos se cansaron de ser estación de falsos lamentos. Mi cuerpo no responde a tanto daño perpetrado. Mi sonrisa es una triste ilusión.

Cuando los golpes provienen de quien uno no espera, golpean más .. como contra un cuerpo desnudo y mojado (como contra un alma inocente y descobijada).

Desde abajo, como miro hoy, mis ojos entumecidos meditan en el horizonte ermitaño. Sin prisa y sin máscara. Sin sueños y sin compasión. Sin brillo y con dolor.

Tu hija.

Veces


¿Cuántas veces hemos pronunciado un te amo sincero? ¿Y cuántas lo hemos callado?

¿Cuántas veces hemos querido gritar a voces y decir a gritos que amamos a una persona? ¿Cuántas veces el miedo al rechazo nos acobardó y nos intimidó a continuar en silencio?

¿Cuántas veces la locura le ganó a la cordura? ¿Y cuántas la razón al corazón?

¿Cuántas veces un suspiro fastidiado se quejó entrecortado de la lágrima que entristecida caía por la mejilla?

¿Cuántas derrotas somos capaces de soportar? ¿Cuánto infortunio somos capaces de transformar?

¿Qué rara melancolía se apodera de nuestra alma e inoportuna golpea las puertas de la conciencia, entorpeciendo los pensamientos con prejuicios y perjuicios difíciles de reclamar?

¿Cuántas veces la caprichosa soledad te ha instado a acompañarte en atiborrados momentos de afluencia? ¿Cuántas veces le abriste la puerta y cuántas se la cerraste?

¿Cuántas veces deseaste despertar de una realidad inerte y apática? ¿Cuántas veces deseaste soñar que vivías un sueño?

¿Quién decide cuando en ti todo está dicho? ¿Quién revierte tus desconsuelos y añoranzas?

¿Dónde estás?

sábado, 12 de mayo de 2012

fears

Qué difícil se hace anhelar un abrazo tuyo y conformarse con un recuerdo,
suspirar por un beso de amor y descubrir el vacío con los ojos cerrados.


Qué difícil es descubrir la inercia inmunda del silencio ensordecer de una tarde de domingo
cuando uno desea la inercia compartida de una siesta en un sillón de un martes


y a eddie vedder de fondo ..


Quiero despertar para vivir un sueño. De una vez por todas quiero despertar.  Y no me da miedo decirlo, pero me da miedo salir del caparazón.


Y una pregunta revolotea en mi cabeza picoteando mi cerebro incansablemente con su indecencia,
¿Y si quedo mirando al cielo sin poder salir del círculo? ¿Y si soy yo quien colocó el candado en la cerradura arrojando la llave al mar? ¿Cómo tomar las riendas y enfrentar la felicidad cuando al mismo tiempo genera tanto miedo? 


¿Por dónde empezar? .. ¿Cúando?





domingo, 22 de abril de 2012

¿Qué hacemos por nosotros mismos?

Me encuentro sentada frente al monitor de mi computadora, escuchando música (de esa de letra profunda y algo melancólica), e intentando reflexionar tras la culminación de un fin de semana estático y sin cicatrices, acerca de MI .. mi bienestar, mi felicidad, mis alegrías, mis llantos, mis creencias, mis sueños.

Siempre me creí una persona segura, fuerte, con (auto) determinación y coraje .. pero ¿cuánto hay de verdad en ello? .. ¿Acaso los miedos y fantasmas ocultos que revolotean de tanto en tanto no tiran de la soga en sentido contrario .. aunque sólo lo hagan en mi cabeza?. ¿Es fuerte quien destierra sus temores o quien los inhibe tras la exhibición de sus sombras?

Sin dudas, tuve fines de semana mejores.

Hoy también me pregunto cuánto sé de mi misma. ¿Sé quién soy? ¿Sé qué quiero? ¿Sé qué me hace feliz? ¿Sé qué me hace sufrir? .. Ante esas certezas, ¿me quedo o me alejo? .. Me encuentro a mi misma respondiendo estas preguntas y me sorprendo al ver que sé varias de esas respuestas .. pero más me sorprendo al observar mi papel pasivo frente a ellas .. Si sé lo que quiero y lo que me hace feliz, ¿no debería salir corriendo a perseguir ese objetivo? ¿Qué es lo que me mantiene inerte frente a tanta certeza?

En realidad, hoy contemplo mis sentimientos cual batalla de troyanos contra helenos en la trivial película que nos hizo conocer dicha historia .. enfrentándose unos y otros por intentar prevalecer. Estoy despertando supongo (estado nirvana), que no es lo mismo que estar triste. Estoy empezando a recorrer un camino .. MI camino .. quizás no tan deprisa como quisiera, pero con pasos firmes. Eso creo. 

Está bueno sentarse un momento a pensar qué queremos para nosotros en esta vida y si estamos haciendo algo para alcanzarlo. Está bueno tener presente cuáles son nuestros objetivos y, de tanto en tanto, reflexionar si vamos por el camino adecuado. Es maravilloso ver que, cuando tenemos las cosas claras, son muchos los caminos que se vuelven correctos. Es mucho más simple de lo que parece.

Supongo que esa es la mejor manera de sentirse y saberse fuerte, segura, valiente .. gigante .. cuando uno vislumbra sus ideales y disfruta de cada uno de los momentos que transitamos para alcanzarlos .. porque en la vida, la suma de cada una de sus partes, es mucho más que el todo ;)

Así, me siento hoy ..