Cansada de esperar esta espera inesperable. (¿En qué momento, me pregunto, se tornó inesperable?).
Agotada y sin risas voy, me muevo, ¿avanzo? a veces creo que sí, muchas que no.
Esperanzada me encontraba aquél día cuando mis oídos escucharon tus palabras, cuando mi corazón galopaba a mil, cuando sólo mi ansiedad corría por mis venas.
De repente ese amigo gris que se ríe nuevamente en la cara y apaga la luz y la sonrisa y calma ese cruel galope.
Palabras esquivas. Miradas perdidas. Caricias desencontradas. El mismo futuro (intolerable).
Viejos recuerdos golpean mi memoria y ya no sé qué pensar. ¿Hasta cuándo así?
Siento un laberinto en mi interior y aunque veo luz, la salida está cada vez más lejos, cada vez más escondida. Siento miedo. Siento bronca. Siento resignación. Siento muchas ganas.
Cansada estoy, también, de soñar despierta, de dormir soñando, de ver caer los sueños rotos, de ver que otros los pisotean.
Una y mil veces me pregunto ¿por qué? Y la falta de respuesta me atosiga.
Desvarío pensando en re-tenerte, despierto sabiéndote perdido.
A un costado de la ruta estoy, esperando (en do), que las respuestas aparezcan, que las puertas se abran, que la luz se mantenga encendida, que el ruido del galope intermitente llegue a causarme escalofríos, conforme lo quiera el destino.
Agotada y sin risas voy, me muevo, ¿avanzo? a veces creo que sí, muchas que no.
Esperanzada me encontraba aquél día cuando mis oídos escucharon tus palabras, cuando mi corazón galopaba a mil, cuando sólo mi ansiedad corría por mis venas.
De repente ese amigo gris que se ríe nuevamente en la cara y apaga la luz y la sonrisa y calma ese cruel galope.
Palabras esquivas. Miradas perdidas. Caricias desencontradas. El mismo futuro (intolerable).
Viejos recuerdos golpean mi memoria y ya no sé qué pensar. ¿Hasta cuándo así?
Siento un laberinto en mi interior y aunque veo luz, la salida está cada vez más lejos, cada vez más escondida. Siento miedo. Siento bronca. Siento resignación. Siento muchas ganas.
Cansada estoy, también, de soñar despierta, de dormir soñando, de ver caer los sueños rotos, de ver que otros los pisotean.
Una y mil veces me pregunto ¿por qué? Y la falta de respuesta me atosiga.
Desvarío pensando en re-tenerte, despierto sabiéndote perdido.
A un costado de la ruta estoy, esperando (en do), que las respuestas aparezcan, que las puertas se abran, que la luz se mantenga encendida, que el ruido del galope intermitente llegue a causarme escalofríos, conforme lo quiera el destino.