lunes, 15 de febrero de 2010

Esa maldita costumbre

Empiezo este texto con una pregunta que nunca me he podido contestar: ¿por qué la gente (toda) no puede entender que haya otra gente que no le gusta festejar su cumpleaños? Sinceramente no lo entiendo. Yo soy una de esas personas a las que no le gusta celebrar el cumpleaños. No me gusta invitar gente, no me gusta organizar una comida o lo que sea para recibir visitas, no me gusta servir a los invitados, de hecho ni siquiera disfruto atender el teléfono ese bendito/maldito día que conduce siempre a conversaciones preestablecidas de amabilidad forzada y duración absurdamente extendida. Lo cual no significa que no acepte el paso del tiempo, el número que se modifica en mi edad ni mucho menos que esté deprimida por equis motivo. No, nada de eso. Simplemente no me gusta organizar ningún tipo de festejos. Y aunque digo "simplemente" parece que simple es sólo para mi porque año tras año trato de explicarlo de la mejor manera posible aunque nunca he sido comprendida. Ya no sé dónde está la falla: si en mis argumentos o en los oídos de las personas que únicamente escuchan lo que quieren oír. Lo cierto es que, no obstante la literalidad de mis palabras o la falta de respuesta de mensajes de texto y/o facebook, siempre hay gente desubicada que decide "pasar un rato a visitarte para que no estés sola" .. sintiéndose la heroína de la historia que salva a la pobre muchacha deprimida por el paso del tiempo que, "seguramente", en el fondo de su corazón está esperando que ese batallón de gente conocida caiga a su casa a hacerle compañía. Wtf?!? ¡Por favor que alguien me explique de qué parte de mis dichos se dedujo semejante estupidez! NO. No soy estúpida, afortunadamente tengo un buen manejo del lenguaje y plena libertad en el uso de mis facultades mentales, por lo tanto sé lo que digo, quiero decir pura y exclusivamente lo que digo y si hubiera querido decir otra cosa, lo hubiera hecho. ¿En serio es tan difícil de entender? Cayendo a mi casa sólo generan un problema, porque mi vieja se pone súper incómoda por no tener cientos de tonelada de comida destinada a los invitados ni la infaltable torta o velas que acompañan la ocasión. En fin, no son las heroínas de la situación sino las villanas. ¡Y cómo me irrita cuando miran con esos ojos de boluda y puchero en la boca meneando levemente la cabeza de lado a lado como diciendo "pobre, está sola .. no te sientas mal". NO, no me siento mal y SÍ estoy sola porque hubo gente con un poco más de neuronas que vos que interpretó bien la consigna. No quiero ser maleducada pero tras 26 años de vivir una y otra vez la misma situación la paciencia se agota bastante. Ah ! Me olvidaba .. ¡Bravo por el que le gusta tirar la casa por la ventana cada vez que el calendario cae en el día de su nacimiento! No trato de decir que algo está bien o mal .. simplemente hablo de gustos y del respeto que debería exisitir en las personas por los ajenos. Just that. Asique si alguno se sintió identificado con esta historia, piense dos veces antes de caer de sopetón al cumpleaños de aquél que se desvivió buscando la mejor forma de hacer entender que su cumpleaños no es más que un día común y corriente que, vaya a saber uno por qué, a su modo de ver no amerita ningún festejo.

He dicho.